Los aceites naturales que se aplican a la madera y penetran en ella, proporcionan una protección de larga duración a su producto natural. Los suelos aceitados son fáciles de limpiar y de cuidar, tienen un efecto antibacteriano, pueden ser reparados de forma parcial y pueden ser renovados. Además, regulan la temperatura del espacio y son, debido al contacto directo con la madera, más cálidos que los suelos barnizados.
En los suelos barnizados la superficie está sellada y ofrece una protección frente a la suciedad, necesitando un escaso trabajo para su limpieza, pero no es posible una reparación parcial de un daño o arañazo, ni tampoco una renovación del suelo. Los suelos barnizados, debido a la capa superficial extendida sobre la madera, son más fríos. Las ventajas de nuestras superficies aceitadas naturalmente, una comparativa de nuestros sistemas de tratamiento de las superficies, así como un vídeo sobre una prueba frente a líquidos, lo encontrará aquí
Todos nuestros productos para la limpieza y el cuidado los encontrará en nuestra
webshop bajo el apartado «Cuidado y limpieza».